Páginas de um rio (III) — Amanda Berenguer

Iuri Müller
4 min readMay 21, 2021

sem título (El río)

Herida voy de un temporal concierto
entre mis gritos y las hojas secas.
Una fiesta inhumana, siempreviva,
acrecienta el declive y el otoño.
Pero yo sé. Y me estoy despavorida.
Una ardiente techumbre, un ciejo rojo,
sangra de arriba y sangran las heridas:
que me estoy dada vuelta y no sé dónde
tengo la carne y dónde las estrellas.
Pero yo sé, aunque de asombro y miedo,
aunque herida de muerte, y ya me alcanza.

sem título (El río)

Ferida vou de um temporal concerto
entre meus gritos e as folhas secas.
Uma festa inumana, sempre-viva,
amplia o declive e o outono.
Mas eu sei. E estou apavorada.
Um teto ardente, um céu vermelho,
sangra desde cima e sangram as feridas:
que estou virada e não sei onde
tenho a carne e onde as estrelas.
Mas eu sei, mesmo que de assombro e medo,
mesmo ferida de morte, e já me basta.

*

Primavera III (La invitación)

Si pudiera medir el hondo pozo
de la melancolía, hoy que estamos
en medio de la fiesta, entre los cuerpos
de la primavera. Se abre la rosa,
se hacen los ramos, vienen las coronas,
y pasan por igual triunfo, ésta
la vida, estos breves días, ¡ay!
su más gozosa flor. ¿Y a qué cielos,
entonces, la alegría?, si no puedo
olvidarme, si estoy despierta y siento
pasar y perecer, a pesar mío,
si latido a latido, cada día,
cuento los golpes diestros, terrenales,
y no puedo taparme los oídos.

Primavera III (La invitación)

Se pudesse medir o fundo poço
da melancolia, hoje que estamos
no meio da festa, entre os corpos
da primavera. Abre-se a rosa,
fazem-se os ramos, chegam as coroas,
e passam pela mesma vitória, esta,
a vida, estes breves dias, ah!,
sua mais gozosa flor. E a que céus,
então, a alegria?, se não posso
esquecer, se estou desperta e sinto
passar e perecer, apesar de mim,
se de pulsar a pulsar, a cada dia,
conto os golpes destros, terrenos,
e não posso tapar os ouvidos.

*

El golpe (La invitación)

Porque en medio del alma alguien dio
esta pedrada destellante como
un quieto sol ensangrentado y triste,
no hay resguardo seguro, no hay olvido
que me libre de esta luz. Si pudiera
dormir, dejar las cosas, extraviar
el equipaje y desdoblar la sábana
del viaje. Pero voy encandilada.
Hay que aguantarse el resplandor.
La flor incandescente ¿quién la corta?
Acaso ya me queme las pestañas,
acaso la alegría, acaso el duro
hueso. Pido entonces la ceniza
de este inútil verano y su corona
ardida y devastada, sola y mía,
para este cuerpo de amor, predestinado.

O golpe (La invitación)

Porque no meio da alma alguém acertou
esta pedrada reluzente como
um quieto sol sangrento e triste,
não há refúgio possível, não há olvido
que me livre desta luz. Se pudesse
dormir, apartar as coisas, extraviar
a bagagem e desdobrar o lençol
da viagem. Mas sigo acesa.
É preciso aguentar o esplendor.
A flor incandescente, quem a corta?
Talvez já me queime os cílios,
talvez a alegria, talvez o duro
osso. Peço então as cinzas
deste verão inútil e sua coroa
ardida e devastada, só e minha,
para este corpo de amor, predestinado.

*

Tarea doméstica (Quehaceres e invenciones)

Sacudo las telarañas del cielo
desmantelado
con el mismo utensilio
de todos los días,
sacudo el polvo obsecuente
de los objetos regulares, sacudo
el polvo, sacudo el polvo
de astros, cósmico abatimiento
de siempre, siempremuerta caricia
cubriendo el mobiliario terrestre,
sacudo puertas y ventanas, limpio
sus vidrios para ver más claro,
barro el piso tapado de deshechos,
de hojas arrugadas, de cenizas,
de migas, de pisadas,
de huesos relucientes,
barro la tierra, más abajo, la tierra,
y voy haciendo un pozo
a la medida de las circunstancias.

Tarefa doméstica (Quehaceres e invenciones)

Agito as teias de aranha do céu
desmantelado
com a mesma ferramenta
de todos os dias,
agito o pó obediente
dos objetos regulares, agito
o pó, agito o pó,
dos astros, cósmico abatimento
de sempre, sempre-morta carícia
cobrindo a mobília terrestre,
agito portas e janelas, limpo
seus vidros para ver mais claro,
varro o chão repleto de destroços,
de folhas enrugadas, de cinzas,
de migalhas, de pisadas,
de ossos reluzentes,
varro a terra, mais abaixo, a terra,
e vou fazendo um poço
à medida das circunstâncias.

***

A poeta Amanda Berenguer nasceu em Montevidéu em 1921 e fez parte da chamada Geração de 45, que reuniu autores-chave para a transformação da poesia, da prosa e do ensaio escritos no Uruguai do século XX. Berenguer publicou, entre outros, os volumes de poemas “El río” (1952), “La invitación” (1957), “Quehaceres e invenciones” (1963) e “Materia prima” (1966). Morreu na capital uruguaia, aos 89 anos, no inverno de 2010.

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